Al lío.
El pastel de queso japonés es uno de los dulces típicos del país, y se lo merece. A decir verdad, al probar los mochis los japoneses me decepcionaron un poco, pero al probar este pastel vuelvo a tener fe en ellos.
Os cuento mis variaciones (pocas) de la receta, pero os recomiendo la original de Pamela de Uno de dos, que podéis encontrar aquí.
Como en casa tenemos un horno pequeñito, hice varios pasteles pequeños. Con estas cantidades salieron tres rectangulares de unos 15 x 20 cms. Los regalé, no os penséis que somos tan tragones ;)
Ingredientes:
400 gr de queso crema (yo usé 2 tarrinas de uno de marca blanca)6 huevos medianos
150 gr de azúcar normal
60 gr de harina de repostería
20 gr de maicena
1 cucharada de esencia de limón
1 limón grande para usar la ralladura
1 sobre blanco de gasificante de Mercadona
55 gr de mantequilla
1 pizca de sal
Preparación:
1. En un cazo ponemos el queso, la mantequilla, el azúcar y la leche, a fuego medio para que no se pegue. Mientras esperamos a que el queso se funda, vamos separando las claras y las yemas de los huevos.2. Una vez derretido el queso y mezclados los ingredientes del cazo, añadimos las yemas y mezclamos bien. Pasamos la mezcla a un bol grande.
3. Añadimos la ralladura y la esencia de limón a la mezcla. Tamizamos la harina y la maicena y la vamos incorporando a la mezcla. Yo usé unas varillas eléctricas para ir mezclando porque tenía algo de prisa, pero podéis hacerlo a mano.
4. En un bol aparte montamos las claras con el sobrecito de gasificante y la pizca de sal. Aquí, mejor hacerlo con varillas eléctricas, o con un brazo como el Nadal.
5. Incorporamos las claras ya montadas a la mezcla con cuidado para que no bajen mucho, con movimientos envolventes, una espátula o similar y un poquito de paciencia.
6. Cuando todos los ingredientes estén bien mezclados, ponemos la mezcla en un molde engrasado y metemos al horno a 150º al baño maría. Como mis moldes eran pequeños, con unos 35 minutos tuvieron tiempo de sobra para hacerse, pero si ponéis todo la mezcla en un sólo molde habrá que dejarlo en torno a una hora.
7. Cuando al pincharlo con una aguja, esta salga limpia, deja la puerta del horno entreabierta y espera a que este se enfríe para sacar el pastel.
Este pastel está estupendo sin ningún acompañamiento, pero puedes servirlo con un poquito de mermelada (aunque no le hace falta) o unas fresas para darle un toque de color.
Se recomienda acompañar con un buen té, aunque no sea japonés |
¡Gracias Pamela por compartir la receta!
PD: aunque haya despotricado contra los mochis, tengo ya la harina de arroz para probar a hacerlos... próximamente
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