No cocinamos, que es fiesta: restaurante Pollo de Alcalá

Aprovechando estos días de Semana Santa, los Pandas nos hicimos una escapada a Alcalá de Henares. Como no podía ser de otra forma, aprovechamos para comer allí y nos acercamos a un restaurante baratito y muy familiar, Pollo de Alcalá.

Este restaurante está en una nave, en la calle Vía Complutense, 32, muy cerca de la Facultad de Derecho. La verdad es que la nave por fuera, seamos sinceros, no tiene muy buena pinta, pero merece la pena entrar  y probar el delicioso pollo asado que sirven. El local por dentro es muy grande y tiene una curiosa pared de ladrillo decorada con San Pancracios. Esto sí es typical spanish.

El pollo está sazonado con una combinación muy sabrosa de especias y el pollo queda jugoso por dentro, bien churruscadito por fuera y con un sabor algo picante. Y, como no podía ser de otra forma, cocinado en el típico asador de pollos que da vueltas. 

Lo suyo es probar el pollo, claro está, acompañado de patatas y ensalada, pero para hacer la degustación completa (todo sea por la ciencia), pedimos unos entrantes. Las croquetas no estaban nada mal, pero al lado del pollo un poco sosonas. También probamos las patatas bravas y ali-oli, que estaban muy ricas, pero que no pudimos acabar. Somos gorditos, pero no tanto. Recomiendan el cocido alcalaíno y la "omelette", que no tortilla.

Tienen una mesa para los niños, donde les dan papel y pinturas. Los críos dibujan sus pollitos, y sus obras de arte pasan a formar parte de la decoración del local

Los camareros son muy atentos y simpaticones. Cosa de agradecer. Eso sí, igual el musicón rollo Danza Kuduro se lo podían ahorrar, aunque yo bailé un poco.

También puedes recoger la comida y llevártela a casa. El medio pollo en el local cuesta 6,50€ y tienen un menú del día para llevar por 3,50€.

Los Pandas (más a mí que a Míster) somos fanes de la comida de bar, ¿y vosotros?