El kit en concreto que tenemos es el más básico, consiste en:
- Un bidón de 25 litros con un grifito la mar de majo, una tapa enorme a rosca con una abertura para la salida de gases y un termómetro adhesivo.
- Un aparatillo para embotellar.
- Un densiómetro y una probeta.
- El cacharro para poner los tapones y tapones corona.
- Otro aparato atroz para medir azúcar para la fermentación en botella.
- Y el más atroz de todos, el limpiabotellas con los polvillos para esterilizar las mismas.
Mr. Bidon con Mr. Horno |
No me voy a poner a explicar cómo es el tema, pero os diré que es sencillo aunque laborioso, que solo necesitas comprar unos preparados para preparar el mosto, que en las tiendas que lo venden, te explican todo (el nuestro es de cervezorama, gente grande donde la haya), te aconsejan y te suministran botellas vacías, que es uno de los puntos más delicados del proceso. Y ¿cómo es posible que sea lo más complicado lo de las botellas? porque si de cada vez salen unos 23 litros y solo valen las botellas de 33 y 50 cl, pues como mínimo son 46, que no es moco de pavo.
Miss Panda dándolo todo |
Hemos esperado para postear porque era plan de escribir una telenovela, pero, para que os hagais una idea, un día pusimos todo en marcha junto con Carletes, para embotellar, una semana después, además se unieron Lori Jo y el Coronel y para la prueba definitiva, 4 semanas después, cambiamos a Carletes (te hemos guardado, no te preocupes) por Pequeña Menguante, de prefiero ciento volando.
Veredicto final, nos gusta, peeeeeero, creemos que la hemos cagado con el azúcar de la fermentación en botella y cada vez que abrimos una aquello parece la fiesta de la espuma, y es persistente, no como la de la Cibeles.
Un último detalle, el día que pusimos la fermentación probamos la cerveza Santa Margarida y... no vamos a hablar mucho de ella, os dejamos este link, estamos completamente de acuerdo con las opiniones en él vertidas.
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