18 julio, 2011

Bretaña o el festival de la mantequilla



Hola a todos de nuevo, la semana pasada estuve por Bretaña, en concreto en la granja de la abuela de un amigo, y tocó degustación de varios platos típicos bretones. Os pongo en antecedentes, tal y cómo me pusieron a mí antes de ir allí. Bretaña es un región de Francia muy rara por dos cosas, no hay vino típico, lo típico es la sidra y la cerveza. Tampoco hay queso típico, hay mantequilla salada.

Pues con estos antecedentes, vamos con... El festival de la mantequilla.

Para empezar bien el día ¿qué mejor que un buen desayuno? Uno de los primeros días nos acercamos a la ciudad costera de Roscoff (de reyes) a horas intempestivas a recoger a una amiga que venía en ferry y, había que desayunar. Total, que nos metimos en la primera
pastelería que encontramos, lo cuál fue muy rápido, están por todas partes, sólo hay que seguir el olor, y nos hicimos con croisants, pan au chocolate y, nuestro primer invitado, far breton, todo con mucha mantequilla. Antes que nada mencionar que los croisants españoles no tienen nada que ver con los franceses y merece mucho la pena probar los segundos y del pan au chocolate, que mejor las napolitanas de chocolate de toda la vida. El far breton es una especie de quesada ligera, sin canela y con ciruelas pasas, potente para el desayuno, pero bueno, es la comida más importante del día ¿no? Es relativamente fácil de encontrar, así que si estáis por la zona, probarlo merece la pena.



Otro plato típico son las galettes, que son básicamente lo que se llamaría una crepe salada. La versión bretona, que creo que es la original, se elabora con harina de trigo negro o sarraceno, por lo que tienen un tono ceniciento, que recuerda al injera etíope. Se pueden encontrar ya preparadas las obleas en algunas tiendas o te las puede preparar se señora Yvette, la abuela de nuestro amigo, y entonces saben mucho mejor. Pero eso no es lo importante, lo importante es el interior, en este caso haré un resumen de los que probé. Por un lado la típica complete, jamón, queso y huevo, según parece, un clasico, tremendo. Cómo aún había hueco, pues cayó también una de salmón con crème fraiche y limón, espectacular, si podéis probad a hacerla en casa, simplemente se ponen los ingredientes sobre la galette en la sartén y se espera a que el salmón se haga. La otra que tomé fue en un restaurante, queso de cabra, nueces, miel y bacon, gran combinación que también merece ser probada en casa.

Voy a obviar las crepes dulces porque eran prácticamente omnipresentes en los desayunos y no eran tan espectaculares por estar frías, aunque en una ocasión tomamos una caliente, solo decir mantequilla y caramelo, ahí lo dejo.

Cómo tercer invitado especial, el kig ha farz (en la foto de arriba), que debe querer decir algo así como "carnaza con pelotillas". Podría decirse que es una versión pudiente de las migas, pero tampoco sería correcto. Digamos que hacen una masa de huevo, harina de trigo negro y leche, de la que hacen pelotillas y la hierven. Por otro lado se preparan las carnazas, siempre cerdo, hervidas, una especie de polenta, pero más sólida, y por último verduras hervidas. Tiene pinta de que se le pueda poner básicamente lo que haya a mano, pero esto es como lo tomamos. El resultado es muy bueno, el problema es que no lo preparan en muchos sitios porque parece ser que es bastante laborioso, pero si tenéis la oportunidad, no la perdáis.


Y por último el postre, el kuign amann, que en bretón quiere decir "mantequilla y azúcar". Y no hay mucho más que decir, hojaldre con azúcar y bañado en cantidades industriales de mantequilla. Se toma templado, para que esté la mantequilla derretida. Yo que soy muy de dulces soy fan y me traje una, pero a Miss Panda no le pareció tan bien porque hay partes que saben a Werter's Original. Ahora sí pongo la foto de la superficie (antes de calentar, el brillo es por el azúcar) como despedida.

P.D.: ¿No os creeríais que no iba a haber queso? Una fotito, cortesía de Benoît.


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